La Edad Media fue una época tan convulsa como esplendorosa para la capital de Cataluña. La Barcino romana resistió a la invasión musulmana para convertirse en ciudad condal una vez establecido el Imperio carolingio.

Si tu cabeza necesita un descanso de todos los datos que has recopilado haciendo turismo por los monumentos y casas históricas de Barcelona, sin duda necesitarás airear el cerebro con alguna actividad lúdica que os divierta tanto a ti como a tus acompañantes, ya sean tu pareja, tus hijos o tus amigos.

A poco más de 50 km de la Ciudad Condal se alza uno de los enclaves más visitados de Cataluña fuera de la capital catalana: Montserrat. Este macizo atrae tanto a amantes de la naturaleza como a curiosos devotos de todo el mundo tanto por la singularidad de su enclave como por el misterio que lo envuelve.

Cuando visitamos una nueva ciudad por primera vez, lo que más deseamos es conocerla a fondo, así que invertir parte de nuestro tiempo en recorrer los rincones más singulares más allá de los grandes monumentos y museos es una actividad imprescindible para saber más sobre ella.

Ver una ciudad desde otras perspectivas a las que no estás acostumbrado es un verdadero privilegio, y el caso de Barcelona no es ninguna excepción. El auge de los rooftop bars, bares situados en las azoteas de los edificios, es un hecho.

Uno de los grandes reclamos de la ciudad de Barcelona es sin duda su arquitecto más conocido a nivel mundial: Antoni Gaudí. Nacido en la ciudad catalana de Reus en 1852, fue uno de los artistas más prolíficos del movimiento arquitectónico modernista.

Cuando se visita Barcelona por primera vez, es inevitable dedicar la mayor parte del tiempo a conocer sus edificios más emblemáticos, como la Sagrada Familia, la catedral o la basílica de Santa María del Mar.

Barcelona es mucho más que una de las ciudades más admiradas del mundo. De hecho, su provincia también es un auténtico regalo para los sentidos por los muchos alicientes que ofrece.

La historia de Barcelona y su sorprendente evolución están estrechamente ligadas al Mediterráneo. Este mar no sólo le ha conferido el espíritu abierto, multicultural y cosmopolita que siempre la ha acompañado: también la ha ayudado durante siglos a potenciar el comercio y, por descontado, ha contribuido a convertirla en un importantísimo centro turístico.

Cuando el calor aprieta, las playas de Barcelona se convierten en una razón (más) para visitar la capital catalana. En ellas te aguardan 5 km de litoral con 10 playas y zonas de baño, dotadas de todos los servicios y premiadas en la mayoría de casos con el distintivo Bandera Azul.

Barcelona es uno de esos destinos capaces de sorprender al viajero en cada visita. No importa las veces que se hayan recorrido las calles de la Ciudad Condal: en cualquiera de ellas, el recién llegado encontrará nuevos alicientes, secretosy sensaciones que justificarán una escapada de fin de semana o viaje de última hora.

Qué secretos puede guardar la cuarta ciudad europea más visitada por el turismo internacional? Aun a riesgo de que pienses que vamos de farol, ya te adelantamos que muchos.